viernes, 23 de enero de 2009

13 de enero, día de las buenas acciones

Adepto:

Sabía que ibas a ofenderte, pero no me conmueven las ofensas ni ningún tipo de manifestación humana que muestre algún rasgo de debilidad. La enfermedad ilusoria que simulé fue para atrapar ratones y justo andabas buscando alimento… que interesante no? Ahora me pregunto: ¿qué se siente cuando uno cree que es el que caza, pero resulta ser cazado? Te vigilé durante todo el tiempo que estuviste dormido y sabía que ibas a despertar un 24 de diciembre. Te preguntarás porqué ese día… es sencillo, ese día se produce una alineación entre los “Tres reyes”, Sirio y el sol. También es el día en el que mi fuerza se duplica.

Estás haciendo que me enfurezca subestimándome sobre la importancia de mi tarea, pero ya te enviaré un pequeño obsequio de cortesía para refrescarte la memoria sobre lo que soy capaz de hacer.

Hace diez días tuve que ir hasta el aeropuerto a entregar una diligencia –la lengua de mi último amante. Se le envié a su esposa para que tuviera un póstumo recuerdo. Estaba planeado para que llegara a destino el día 13, pero durante todo el día sentí algo extraño, una especie de advertencia que me llevó a retrasarme y tener que postergarlo. Lo comprendí cuando crucé la puerta y sentí que habías estado allí. ¿Te fuiste de viaje? ¿O sólo lo hiciste para despistarme? Tiendo a pensar en la segunda opción, todo indica que sigues en Montevideo al asecho de una presa que nunca vas a poder alcanzar.

Hace tiempo que ceno con Bobs. ¿Lo recuerdas? Uno de tus enemigos. Digamos que Bobs está bajo los efectos del encantamiento (ese que ya conoces) y sería totalmente capaz de hacerme unos favores a cambio de otros… por eso lo conservo vivo, me ha proporcionado acceso a lugares que ni siquiera podrías imaginar. Mmm es hora de la cena, debo marcharme.

Estoy pensando en dejarte para el postre…

Tu Molly.

No hay comentarios:

Publicar un comentario