jueves, 15 de enero de 2009

Una Gota

Estoy algo sorprendida, es cierto pero debo confesar que nunca quise matarte... es que siempre pensé que este mundo era para uno de los dos y consideré que mi tarea era más grande que la tuya. ¿Soberbia? -Puede ser.
Sabiéndote vivo, sé que tendré que cuidarme mucho, pero no creas que siento temor. Tendré que buscar la forma de acabar contigo para siempre.

En esta semana fueron tres los que cruzaron los portales. El mejor de todos fue en la azotea de un edificio ubicado en Mercedes y Magallanes, nunca había escuchado gritar tanto a un mortal. Era un diplomático a los que le gustaban las sorpresas y siempre pedía más, hasta que dejó de pedir claro. Había un detalle que podía delatarme y tuve que cortar sus manos.
Las licué para mi perro Ulises y quedó muy agradecido.

Ahora me voy porque estoy teniendo una sed terrible...

No te va a ser tan fácil encontrarme porque estoy más cambiada de lo que crees.

Tu Molly

1 comentario:

  1. me encanto tu visita... y vine a "espiar", es un rincon oscuro, pero exitante... voy a seguir ansiosa tus publicaciones....

    un beso enorme
    Lilya

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